Es Otoño.
¡Quietud del paisaje en perspectiva!
¡Soledad que corre hacia otros campos
aturdida!:
Es el eco sordo de un disparo
que enlutece los caminos,
con sangre y llanto.
Desasosiego de la vida, que promete
y trunca su destino.
Liebrecillas del campo,
alegrías del erial y del barbecho;
dulces tórtolas, perdices cantarinas:
Tras el sordo ruido, el hombre sordo,
el hombre que no ve, porque no siente,
el hombre que perdió su humano aliento;
aquél que sólo tiene el ruido
arrogante y vacío,
viene a imponer su ley: la de la muerte.
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