sábado, 21 de enero de 2012

"DIVIDE Y VENCERÁS"

    Todos los gobiernos actuales ganan cuando una familia se deshace, o simplemente no se crea.

       Si en una familia, Juan, Berta y Jorge están habilitados para conducir, los fabricantes de coches aumentan exponencialmente sus ganancias si venden a ésta familia un automóvil a cada uno, más que si venden un vehículo familiar, para compartir los tres. Claro, hay casos en que cada miembro de esa familia necesitará un coche en exclusiva, por motivos de trabajo, por ejemplo, o de diversificación por circunstancias varias. Pero hay muchos casos en que no se necesitan los tres coches dentro de una familia y si se tienen, es por capricho.
      Cuando una nación se divide administrativamente en partes pequeñas (no en estados independientes como en EEUU) llamémoslas comunidades autónomas, la fuerza de cohesión que hace medrar el país, pierde ímpetu en loor de ésa subdivisión, que debilita el conjunto. es un hecho matemático indiscutible.
Sería  sin embargo, muy interesante la unión de todas las regiones de dicha nación, creando una relación simbiótica que conjugase las diversas potencialidades de cada región, para conseguir un verdadero impulso positivo en el global de ésta. Estamos comprobando cómo existe una especie de rivalidad encubierta entre comunidades en España, donde la pugna es "quitarse el muerto" de la deuda, gestionando unas y otras según su gobierno de turno. Eso es en castellano, desmoronarse. Lo recuerdo desde que hace casi medio siglo yo también hacía castillos de arena en la playa. Cuando se crearon las comunidades, se crearon oasis para que unos pocos mandamases se lucraran, pero a costa de empobrecer España.

      Desgraciadamente, en el periodo de formación de cada ciudadano, no se no incluye una cultura de socialización, símplemente se nos impone el modelo vigente sin posibilidad de ser cuestionado, como en cualquier dictadura. Y un pueblo ignorante es la peor arma arrojadiza, cuando en su ignorancia, se le propone el voto libre. Por supuesto todos somos iguales en cuestiones sociales, pero ¿por qué no se nos prepara para pensar éstas cosas? Porque la ignorancia masiva es un dulce para manejar "democráticamente" una nación.

      Volviendo al tema humano y familiar, quiero preguntarme ahora: ¿Cómo se gasta más, comprando seis bandejas de carne de cien gramos cada una, o comprando una bandeja grande de seiscientos gramos? Evidentemente en el tamaño familiar está el ahorro, o en la compra al por mayor, o a granel, según el tipo de mercancía. Y ¿Qué vale más proporcionalmente, un apartamento pequeño para un indivíduo, o un piso familiar?  ¿Quien paga más impuestos, un soltero o un casado? Y ¿Quien gana en esa diferencia, el vendedor, el estado? ¿Quien pierde? El imbécil que se presta a ése juego, desde luego.

      A los gobernantes siempre les interesará que haya divorcios, que haya pugnas legales entre empresas o entre individuos, porque siempre gana más. Luego, están los idiotas que hacen caso, como monitos amaestrados, al Estado, litigando entre sí.

      En un campo de batalla, lo hemos visto en la Historia, por ejemplo con Napoleón, con Hitler, el soldado debe tener una animosidad positiva, estar autoconvencido de su valor y fortaleza si quiere vencer, ha de tener la moral muy elevada si se propone triunfar.
      Pero, en cambio, a los gobiernos les interesa el desánimo del pueblo, porque así es mas dócil y manejable. Interesa que cada ciudadano lo pase mal, o no esté contento, por motivos económicos por ejemplo, por miedo a la incertidumbre, por tener un estado de ánimo decaído a nivel emocional.
      Lo vimos en la Segunda Guerra Mundial, con el desánimo que conseguían infundir en los campos de concentración a los judíos, convirtiéndoles en masa fácil de llevar a costa de haberlos desmoralizado previamente. Sí, son casos extremos, muy extremos, pero lo cierto es que debilitando la moral de los ciudadanos, los gobernantes intentan someternos.

      Ahora la sociedad, los más jóvenes a la cabeza, como no podía ser de otra forma, están empezando a reaccionar. Afortunadamente el Movimiento de Los Indignados de diversas naciones en todo el Mundo, "no traga" y ha salido a la calle a darnos a todos una dosis de moral muy fuerte.

      Pero aún falta mucho por hacer, no sólo en sus reclamaciones contra el capitalismo imperante, sino a nivel humano:
      Y es que estamos en una sociedad en la que papá Estado nos confunde cada día desde su ámbito legislativo, haciendo creer a los ignorantes, que Ley y Ética son lo mismo. Pues no, señor, los letrados ¿qué saben de ética? No niego que la desconozcan, sino que lo pregunto, no me vayan a castigar sus señorías desde su cómodo podio. Quiero decir, que una cosa es la ley, que en teoría es un acuerdo de respeto mútuo pactado mediante unos cánones absolutos y otra cosa muy diferente es la ética, que maneja elementos moralmente humanos. Por eso, lo que falta es enseñar al vulgo a comprender y diferenciar que el hecho de que tal o cual actitud esté legalmente permitida, no significa que sea moralmente ético tal supuesto comportamiento. Por ejemplo, si no está apenas castigado según nuestra cómica y vergonzante legislación española el maltrato animal, ¿es ético a pesar de ello que yo torture a alguno si pago la "multita" que el código legal me imponga? Otro ejemplo, ¿Es ético que exista el adulterio pese a que legalmente no está penado? ¿Es ético que muchos hombres acaben en la miseria porque el juez o la jueza de turno hayan decidido caprichosamente que dicho cónyuge abone una suma exagerada a su ex mujer como pension si no está imposibilitada para trabajar, ni tiene hijos con ella o si como en muchos casos, ésta tiene un dinero ahorrado, o ¡Vaya Vd. a saber! ?

      No culpo al o a la ignorante de turno que se aprovecha de que la "Ley" le da la razón. En el fondo me da pena de esas personas que no siendo productivas se aprovechan de la producción y de la valía de otros que son víctimas del Estado a nivel legislativo. Porque en ése caso la persona parásita que aprovecha su buena suerte en el juego de la "Ley" española, no se da cuenta de que ha despedazado vínculos mucho más poderosos que el dinero que sacan. Y no se trata de haber perdido a su pareja, sino de haberse perdido ellas mismas, ya que si en su momento no quisieron o  no supieron afrontar las visicitudes de una pareja establecida desde los vínculos poderosos del amor, difícilmente pueden ser capaces de afrontar otros nuevos con visos de perpetuidad.

      Así llegamos al establecimiento de la disolución en las relaciones. Por ello, hoy en dia, ¡Qué poquitos somos los que pese a los accidentes de la propia vida, aún creemos en la pareja, en la unión, en la amistad, en la humanidad del ser humano y por ende, en la Ética!

      Esa es la revolución que aún no se ha iniciado: la que consiste en concienciar en que  las relaciones de cooperación, de amistad, incluso de amor, hay que trabajarlas constantemente en vez de caer en la fácil tentación de claudicar a la primera de cambio. Porque luego de buscar acabas encontrando a alguien de nuevo... ¿Pero para cuánto tiempo, nuevamente? Todo por no madurar.

      Es por todo ésto, por lo que es bueno dividir si quieres debilitar una sociedad, nación, etc. Porque la unión, la fortaleza, la alegría de vivir, no es rentable para unos pocos gerifaltes de turno en cada país, aunque sea tan importante para cada uno de nosotros, que al final somos todos la sociedad.


     

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