martes, 9 de octubre de 2012

DIÁLOGO APÓCRIFO ENTRE DON QUIJOTE Y SANCHO.


             

      La primera claridad empezaba a dibujar las siluetas en el horizonte diáfano. Recién desvelado, don Alonso frotándose los ojos con los nudillos de las dos manos, comenzó a llamar a su escudero y amigo. Contestó éste entre sonoros bostezos la demanda de su señor, acercándose a él sin prisa.
      “-Mi querido amigo- repuso el señor- has de saber que hoy hace ya más de diez jornadas de nuestra última triste aventura y éso me ha hecho pensar no poco durante casi toda ésta noche y gran parte de las dos últimas. Y mis pensamientos me han hecho tomar algunas conclusiones sobre nuestro devenir”.
      “-Señor Alonso, quisiera comprenderle mejor, pero héme aquí cansado y sin esperanza”.-Respondió el escudero.
      “-Pero ¡Cómo! Pues has de saber, querido amigo, que el ímpetu vital es lo único que nos mueve en ésta Vida efímera como el soplo de la corriente de una ventisca. –Prosiguió su señor armándose de renovada energía.- Desde mis ya luengos años, puedo hablarte ya con la clarividencia del Ave Fénix, para arengarte en ésta lucha, que es la Vida misma con su simplicidad y también con sus retorcidos vericuetos. Y estoy aquí para,  usando la voz de mi experiencia, alentar a todo el que quisiere, a que obre pensando en ésta grande aventura que es la Vida en sí.
      Ante todo, mi caro amigo te aconsejo que huyas de todo aquél que elude la valentía moral para moverse por el Mundo, pues si bien sólo las águilas y los reptiles son capaces de llegar a las elevadas simas, son los segundos rastreros y por ende inmorales, puesto que la virtud sólo se alcanza en la elevación del espíritu. Huye y combate a aquéllos seres insolidarios que por cómoda cobardía se refugian en la inercia de las cosas, sin mover un solo dedo contra la injusticia, argumentando fáciles excusas para permanecer inertes, pues en verdad, aquéllos que no arriman el hombro por conseguir una sociedad mejor, perdidos en el egoísmo de su buena suerte y posición, ignoran que todo gira, como las ruedas del carro de un arriero, que alternan la altura de su diámetro, con el descenso al polvo y al barro del camino. Así la vida de aquéllos que hoy gozan de suerte, puede mañana trocarse en enfermedad, o maldición, por increíble que desde su cómodo lugar pueda parecerles, víctima de su mezquina ignorancia.
      Combate y rebélate siempre contra la mezquindad, no aceptes lo que los demás aceptan por miedo al fracaso, al ridículo o a ser criticados. Sólo criticado por la chusma, comprenderás el inmenso alcance de tu valía, igual que tus sentidos captan el retrato de éste maravilloso paisaje de amanecer manchego. Porque la mayoría de los mortales critican lo que temen o admiran secretamente, salvándose sólo los más selectos en virtud.
      Habla siempre por tu experiencia o por la sabiduría adquirida de otros sabios, que tu discurso sea sencillo para que pueda llegar a todo el mundo y ecuánime, para que pueda ser interceptado a la vez por sabios y por mezquinos, con empatía.
      Combate la envidia, que es producto estéril de la falta de estima propia de aquél que la sufre, pues de dejarla circular libremente se convierte en una difamante arma poderosa, porque has de saber, querido amigo, que sólo unos pocos son llamados a ser virtuosos, de entre la inmensa muchedumbre. Y esto, al resto, o le duele, o llanamente le cuesta aceptarlos, porque, entre otras cosas, el virtuoso suele pecar de sencillez..."
“-¡Umbuae, señor! No canséis tanto la mollera con tan filosóficos discursos; mirad que el alba ya ha roto en una enorme carcajada de sol que hace del paisaje un todo anhelante de aventura. Hágase vuesa merced el favor de subir sobre el lomo de Rocinante y así, empezando el día disponga de los usos que hoy tenga vuesa merced por entendido y a cuyos dictados yo acudiré obediente…”
“-Si, Sancho, que para todo tiene que haber retales en el devenir, así que tú como fiel servidor, has de darte por contento con tu fortuna de ser mi escudero, como yo he de llevar la honrosa cruz de  guerrear en éste mundo de menesterosos de espíritu y así, luchar contra la desidia, la falta de escrúpulos, de animosidad y de virtud, así, combatiendo la injusticia, la cobardía y la mezquindad de los pequeños seres encanijados por el egoísmo y la ausencia total de filantropía y altruismo. Sigamos camino, pues según mis cálculos tras aquéllas remotas colinas que se divisan aún azules cabe el horizonte, llegaremos a aquél lugar cuya torre almenada y pequeña como mota entre el caserío de encaladas calles, dicen haber cobijado como prisionera a la joven noble Elena, hasta que su amado tuvo las ardides certeras de lograr rescatarla viva, merced a la ayuda de un cuervo, que compadecido por la cautiva, la alimentaba cada día llevándola todo aquello que encontraba entre los huertos, el agua de las norias, que albergaba en el pico, los viñedos, las casas abiertas y las eras de las quinterías. Allí podremos almorzar con el exquisito pan blanco que da fama en el Mundo a aquélla hermosa villa.”
“-¡Ay, mi señor, si sabré yo de aquél lugar que fué mi cuna, y lugar de residencia de nuestro creador don Miguel cuando aún usaba de su oficio de recaudador de las haciendas públicas. Mi bienquerido lugar cabe el viejo Torreón de la Mota, la del Cuervo!”
      Así departían don Quijote y su escudero, cuando comenzó a escucharse una caravana de arrieros, acompañados de músicos y danzantes que tañían dulzainas, vihuelas y tambores, con unos ritmos de picantes zarabandas cortesanas…

       



martes, 2 de octubre de 2012

QUE NADA NI NADIE TE QUITEN TU ALEGRÍA.

  
      Querido lector:


      Quizá, tú también te hayas planteado lo absurdo de nuestras preocupaciones cotidianas, incluso las más graves, cuando las ponderamos ante la verdadera preocupación universal, que es nuestra vida mortal. Sí, eso de que tengamos que dejar de existir en un momento dado, que además no sabemos cuando llegará a cada cual es, si te paras a pensarlo, terrorífico. Ante esta  perspectiva desoladora, ¿no te parece un juego todo lo demás, por importante que sea?

      No pretendo en éstas líneas ser fúnebre, sino al contrario, volver a pensar contigo en esa brevedad de la vida y en cómo sacar el máximo partido de aquéllo que más queremos, o deberíamos querer. Para empezar, quiero hablar de los tres asuntos tópicos que una conocida canción antigua ya, nos enumera y que quizá ya estés empezando a tararear conmigo... ¡Sí, sí, esos tres! ¿Te parece bien hablar un poco sobre ellos?

      La salud, la buena, se está convirtiendo en éstos tiempos actuales en un tesoro, sobre todo cuando las estadísticas nos hablan ya de uno de cada cuatro individuos señalados tarde o temprano por algún tipo de cáncer; o si pensamos en enfermedades coronarias, o incluso en accidentes de tráfico. Yo me inclino por temer más al cáncer, para lo cual tengo formado como defensa, ante el temible invasor,  un conjunto de acciones profilácticas que forman parte del día a día de mi sencilla existencia. Éstos beligerantes elementos, básicamente son una renuncia casi total a las grasas animales, a los lácteos y a la comida preparada, un aumento considerable en el consumo de productos vegetales, cereales y semillas un consumo diario de aceite de oliva virgen y algo de ejercicio diario. Éso es lo que yo hago, no digo que ésté bien ni mal hecho, sino que me siento bien así. Y por lo que me he ido informando, es casi lo único que se puede hacer a nivel material, junto con el ejercicio diario, que parece ser bueno para mantener la salud, sólo casi.

      El principal elemento para mantenernos en forma es la salud del cuerpo, pero el cuerpo es algo que se rige por una cosa llamada cerebro. Pues ahí es donde quiero llegar: Mantener alegre el cerebro, hace que funcione bien y piense correctamente, dé buenas órdenes al resto del cuerpo para que nuestro organismo marche bien, siendo el mejor adalid de nuestra salud y el mejor enemigo de la enfermedad.

      Sí, ya sabemos que la Vida tiene sus cosas, buenas y malas, incluso a veces nos va de pena. Pero, como decía el filósofo chino: "Si algo que te preocupa, tiene solución, ¿entonces por qué preocuparte? Y si  no la tiene, ¿para qué te vas a preocupar?"
¿Fué Epícteto quien dijo algo así como: "La Vida no es como es, sino como tú la ves" ?

      La manera de cómo nos afectan los problemas, ése es el verdadero problema y no el problema en sí. Pasarte la vida triste porque eres pobre o te falta salud, es el mayor problema, porque LA VIDA PASA Y NO VUELVE MÁS. La pobreza, la salud, pueden cambiar a veces a mejor, o incluso podemos adaptarnos a ellas tomando un nuevo modo de vida. Pero LA TRISTEZA DEL ALMA ES MUERTE EN VIDA.

      Como las cosas pasan, buenas, mejores, malas y peores, te propongo un juego: plantar cara a la vida con el mayor cinismo del mundo: sonriendo por dentro, valorando como un avaro cada momento de tu vida y cuando el ánimo flaquée, atacar la tristeza buscando cómo adaptarse a cada nuevo problema o situación. Por ello,

      QUE LOS POLÍTICOS QUE NOS ARRUINAN NO ARRUINEN TAMBIÉN NUESTRA ALEGRÍA. Luchemos en la medida de nuestras posibilidades para ponérselo difícil y démonos por satisfechos si conseguimos que no invadan nuestras íntimas ganas de vivir ésta corta vida.

      QUE LAS LIMITACIONES FÍSICAS O ECONÓMICAS NO ARRUINEN NUESTRA ALEGRÍA. Porque la Vida siempre tiene facetas maravillosas, incluso y sobre todo en cada día cotidiano y sobre todo, se acaba.

      Te invito a jugar EL JUEGO DE LA BUENA VIDA, la del mayor lujo que se pueda imaginar: Se trata de INTENTAR MANTENER SIEMPRE A FLOTE LA ALEGRÍA, que no decaiga. Es de lo más difícil que hay, pero poco a poco se consigue, lo digo por experiencia, pese a que como humano que soy, yo también a veces me cabreo cuando huele demasiado mal por ahí fuera. Pero luego reacciono y sigo jugando. ¿Juegas conmigo?

      Del amor, ¿qué puedo yo decirte que ya no sepas? Querer a tus seres cercanos del alma, es lo mejor de todo, y amar la vida y a tí mismo sobre todas las cosas, porque si tú no eres capaz de amarte, ¿cómo vas a poder querer al resto de los mortales? Sí, amarte, amar tu vida, aunque esté llena de dificultades. ¿Hay algo más bonito que amar?

   Por último, te propongo  una reflexión, ¿Te has fijado cada vez que vemos cualquier reportaje sobre las gentes del Tercer Mundo (ahora lo llaman cínicamente "países en vías de desarrollo" ¿¿¿¿desa...qué???? ) en que esas gentes tan pobres que apenas comen algo porque no tienen nada, siempre dibujan una bonita sonrisa en la cara? Son sabios pese a su aparente ignorancia, porque saben valorar la vida en sí, porque saben que la muerte está ahí acechando y le ponen buena cara a la vida que tienen, a sus vidas llenas de escaseces, porque es su vida el mayor, el verdadero tesoro que tienen, por eso procuran estar alegres. ¿No te parece una lección de valor que nosotros, pobres gentes de los países industrializados deberíamos aprender? Es que si encima de ser pobres vamos a estar amargados durante nuestra corta existencia, ¡apaga y vámonos!