jueves, 26 de enero de 2012

GRACIAS A TODOS LOS QUE AFRONTAN LOS DEBERES QUE REHUYE EL ESTADO...

...Porque si no fuera por la activa ayuda de éstos otros, estarían totalmente perdidos los más necesitados. Afortunadamente España es un país con un alto grado de altruísmo, lo comprobamos con las pocas noticias positivas que dan los medios de comunicación, sobre el gran número de donaciones de órganos, de sangre e incluso de donaciones económicas para causas desesperadas determinadas. Parece ser que el español en general tiene buen corazón, porque si hubiera que depender del Estado, estaríamos a la cola en filantropía.

      Tenemos unos servicios sociales más que aceptables, pero al mismo tiempo, con las nuevas circunstancias políticas globales de demolición económica hacia el ciudadano, ha surgido un nuevo estrato social: el de los "nuevos pobres" de la clase media, compuesta de personas que han perdido sus empleos y tienen muy pocas posibilidades dada la situación actual de reincorporarse y de pequeños empresarios que han tenido que cesar el negocio víctimas del empobrecimiento social a que nos han sometido las políticas vigentes.

      La gran mayoría de éstos ciudadanos, parados, deshauciados, arruinados, son gente corriente de la llamada clase media, que actualmente rayan la mendicidad y acuden a comedores sociales porque  NO TIENEN NADA NI COBRAN NADA en muchos casos, como en el de  la mayoría delos autónomos.

      Éstos comedores sociales, ¿quien los administra?, ¿quien anima a éstas gentes? ¿Quien las apoya? ¿Quien las ayuda en la búsqueda de empleo? Éstas informaciónes apenas las tratan los medios de comunicación, ¿Es que no interesan? ¿O quizá interesan demasiado y no es preciso alarmar, hacer reaccionar al ciudadano?

      Gracias a las instituciones paralelas al Estado, hay gente que es acogida con cariño y dedicación. Existen algunas, meritorias de la mayor alabanza, pero hay una que creo que ya pertenece a la Historia de España, por su abnegación desde hace incontables años. Todos sabemos que se llama CÁRITAS y que se caracteriza por su incansable lucha contra la pobreza. Ésta institución, que por cierto es de la Iglesia, ha formado una columna paralela frente a los diversos Gobiernos de su historia, ocupándose de lo que el egoísmo no tenía tiempo o ganas para hacer.

      A todos nos suena al menos, todas las acciones que CÁRITAS realiza, dando de comer a quien no tiene qué, ubicando en hogares a los que no tienen, buscando empleos a los que lo buscan desesperados, ayudando en casi todo tipo de asuntos a todos aquéllos que por un nivel cultural bajo, o por no hablar bien nuestro idioma, o por carencias físicas o intelectuales, no pueden ser autónomos para realizar determinados asuntos. ¿Te has preguntado lector, cómo sería nuestro país sin la ayuda de éstas instituciones paralelas al impotente Estado español ante la masa innumerable de víctimas de lo que los políticos cobardes llaman "crisis", lavándose las manos?

      Y encima, criticamos a la Iglesia. Vamos a pensar un poquito: No existe lo malo ni lo bueno, "per se" en estado puro. Desde luego el papel de la Iglesia puede ser mortífero, como el del Estado, porque ambos están manejados por hombres y el hombre no carece de egoísmo. Hay una Iglesia carca y atesoradora de riquezas mientras una multitud muere cada día de sed y de inanición; una Iglesia hipócrita que jamás visita el Tercer Mundo y desde sus palacios episcopales condenan medidas higiénicas como el uso del preservativo.

      Pero paralelamente a esa, existe una Iglesia realmente cristiana, que no declina ayuda allí donde es requerida; una Iglesia filantrópica, que ayuda y reparte, formada por hombres y mujeres que trabajan en el campo de batalla de la pobreza, que enseña la idea cristiana del amor, sin barroquismos demagógicos, sino en carne viva, curando a sus enfermos y saciando a los realmente necesitados. Ésta Iglesia santa está repartida por todo el Mundo, gracias a Dios. Es discreta y apolítica, porque no tiene tiempo para hablar, prefiere fundar escuelas y hospitalillos en los países más pobres, con el dinero que recauda de las personas buenas.

      Al menos existe una buena Iglesia. ¿Y el Estado? ¿Existe un buen Estado? ¿Y a qué esperamos para "hacerle el paralelo" echándole sigilosamente, haciéndole inútil. Quizá no sería mala idea.

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