miércoles, 25 de septiembre de 2024

ENTRE ERMITAS PALEOCRISTIANAS Y PUERTOS QUE TOCAN EL CIELO. EMOCIONES COMPARTIDAS

EL ORIGEN DEL VIAJE.  

   Hace un par de meses hice un pequeño viaje para visitar una de mis más queridas zonas de nuestra maravillosa Iberia, piel de toro, o Península, como quieras llamarlo. La verdad es que no sé cuántas veces habré pasado por esos lugares que son tan entrañables por sus paisajes, sus historias y ese halo de romanticismo y misterio que se respira cuando los recorres con calma y atención.

    Se trata de una porción nororiental de la provincia de Palencia, la parte norte de la de Burgos llegando desde tierras sorianas y el sur de Cantabria. Forman el valle de Valderredible y sus territorios cercanos burgaleses y también el alto Campóo un círculo mágico de leyendas ancestrales.
    
   Cuando a principios de Julio decidí hacer una de mis expediciones por la zona, se me antojó el capricho de pasar una vez más por la iglesia visigoda de San Juan de Baños. Después de ir abandonando progresivamente los llanos de La Mancha y adentrarme en el corazón de España por carreteras perdidas en el tiempo llegué a Cebreros, en plena sierra de Ávila. Si no has pasado por  allí, te pierdes un precioso embalse con su embarcadero a la altura de El Tiemblo y, también sus puentes medievales y sus montes y su olor a aire limpio y a piorno y a jara en flor y a genista en primavera.

    Tras un buen descanso, puse rumbo sin parar, hacia San Juan de Baños, que está en la pequeña población palentina de Baños del Cerrato.
                                          
     
CAMPOS DE CENTENO EN BAÑOS DEL CERRATO, PALENCIA.
    
    No he conseguido nunca visitar este templo sin emocionarme. Quizá porque es un lugar donde respiras densamente la Alta Edad Media, cuando los musulmanes todavía no nos habían hecho partícipes de su cultura y éramos aún herederos directos de la romana.

                                                     
   
BASÍLICA VISIGODA DE SAN JUAN DE BAÑOS

   La sencillez del templo, asentado en la meseta castellana y su austeridad, producen una honda impresión. El arco de herradura visigodo, que ya usaban en ocasiones los romanos, anticipa el arco califal que los musulmanes copiarán del visigodo y lo remodelarán haciéndolo más cerrado y vistoso. 

             
   
INTERIOR DE SAN JUAN DE BAÑOS. ARCOS VISIGODOS DE HERRADURA.

   Cuenta la leyenda que el rey visigodo Recesvinto, a su paso por el lugar, se encontraba enfermo, débil y con gran disentería. Aquí le ofrecieron agua de una fuente que decían milagrosa, porque reponía de cualquier dolencia a quien la bebiere. Y fue, precisamente el catarla y empezar a sentir una rápida mejoría, por lo que decidió descansar allí unos días y santificar el milagro mandando construir el precioso templo. Hoy día la fuente sigue gozando de excelente salud, con varios caños soltando buena cantidad de un agua buenísima y fresca. Un milagro más de la Historia.

                                              
      FUENTE DE RECESVINTO

                                                   
                         
RÉPLICA DE LA CORONA VOTIVA DE RECESVINTO.

    Dentro del edificio hay algunas curiosidades, como la huella de una mano que se supone  fue impresa por el monarca visigodo como recuerdo, así como la réplica de una corona votiva, que eran coronas que los reyes ofrecían a Cristo, a la Virgen o a algún santo, dejándolas colgadas frente al altar.
                                                 
                       
EMOCIONADO Y CANSADO AL LLEGAR A SAN JUAN
                                   DE BAÑOS.

   Pero no todo va a ser cultura, que el estómago ruge cada cierto tiempo y gracias a Recesvinto, en el lugar hay un estupendo restaurante familiar con una agradable terraza junto a una fresca alameda, donde pude calmarlo. Y tras una breve siesta bajo unos olmos, cerca de la famosa fuente, reconfortado ya, monté en Minerva y seguí rumbo hacia Aguilar de Campóo, donde siempre me siento acogido por su hermoso templo de Santa María la Real, que es el Centro de Interpretación del Románico, que restauró y refundó el gran maestro altruista Jose María Peridis. También es un instituto de enseñanza secundaria, esa suerte tienen algunos chiquillos disfrutando de sus estancias.

   Aguilar de Campóo es el centro de una maravillosa comarca plenamente inmersa en el paisaje y en el Románico. En su plaza hay varias terrazas llenas de gente que con su alegre alboroto dan vida a una recia población castellana. Paro siempre que voy por allí y me recreo entre el paisaje y el paisanaje entre lo que veo y el bullicio de sus gentes, dicharacheras y cercanas.

    Lucía es una encantadora joven que me atendió como guía en Santa María dándome unas explicaciones curiosas de todo el edificio, a pesar de ser yo el único visitante en ese momento. 

                                       
     
EMOCIONADO EN EL CLAUSTRO DE SANTA MARÍA LA REAL DE AGUILAR.

                                                             


   Pero no me puedo ir de Aguilar sin subir la colina que lleva al castillo, para entrar en la preciosa joyita románica de Santa Cecilia, donde además de una impresionante exposición de Cristo y los Apóstoles tallados a tamaño natural en piezas únicas de madera por el gran escultor contemporáneo Ursi, hay un grupo de capiteles medievales perfectamente esculpidos. Me quedo impresionado con la Matanza de los Inocentes dirigida fríamente por el malo de Herodes.

                                                  


      Mi viaje en solitario a lomos de mi fiel motocicleta Minerva, una máquina incansable con alma aventurera siguió recorriendo la zona que va desde el Alto Campóo y Valderredible, visitando algunas de las primeras ermitas cristianas visigodas que hay esparcidas cerca de las márgenes del río Ebro.
                                              
                                             
   
ERMITA DE SAN MIGUEL DE PRESILLAS.FACHADA, DETALLES Y CORREDOR O       
    TRIBUNA , ARRIBA.

                                                                                        

                                                                           

                                      DETALLE DEL PILAR CENTRAL INTERIOR, TÍPICO 
                                       EN ÉSTAS ERMITAS CUEVAS.
                                          



                                                                                 
    TRIBUNA SUPERIOR SAN MIGUEL DE PRESILLAS.

      Para llegar a la ermita de Presillas hay que alejarse un tanto de la margen del Ebro y entrar levemente en la provincia  de Burgos, que hace de linde alternativamente con la de Cantabria, en la zona de las ermitas de Valderredible. Y a continuación coges el sendero que, entre un bosque solitario de castaños y robles, que parece encantado, llegas dando un delicioso paseo. Ésta ermita es algo posterior a la de Arroyuelos, que veremos más adelante. Son ermitas de los primeros cristianos que poblaron la zona huyendo de Al Ándalus en su gran mayoría, aunque algunas son quizá anteriores. Hablamos de los siglos VII, VIII y IX aproximadamente.

                                              
     
BOSQUE ENCANTADO CAMINO DE S. MIGUEL DE PRESILLAS.


           Aunque no todo va a ser paleocristiano, que también hay por aquí interesantes construcciones posteriores ya del pleno Románico, como en Villanueva de la Nía, camino de Polientes. Es una preciosa ermita con un crucero exento (cruz de piedra señalando el lugar sagrado) y cuyo ábside está decorado con figurillas grotescas. Dicen que estas figurillas exteriores con caras de demonios, monstruos y sátiros sexuales, representaban las diferentes formas del pecado y servían para aleccionar a un público analfabeto sobre el mal para no cometerlo. Eso dicen.

                                       
   
  LLEGADA A VILLANUEVA DE LA NÍA.

                                                                                

                                                                                           
    CANECILLOS GROTESCOS RODEANDO EL ÁBSIDE EN VILLANUEVA DE LA NÍA.

        

          Pero no sólo son ermitas, también es el paisaje. Dicen algunos paisanos que ya se vuelven a oír los aullidos del lobo en las noches de luna llena, en los montes circundantes. Bajan al río a beber y a cazar, pero huyen del hombre, no quieren problemas.
                                                                                      
     EL RÍO EBRO MUY CERCA DE POLIENTES.


                                                          
    NOCHE DE LOBOS EN EL VALLE DE VALDERREDIBLE.
   



Y, recordando también los preciosos puertos montañosos de Cantabria, decido volver pronto y hacer un cóctel explosivo. Y con la excusa de comprar los deliciosos sobaos pasiegos auténticos de Etelvina, en Vega de Pas, como cuando antaño  recorrí esos puertos, vuelvo de nuevo, pero ésta vez acompañado de mi amigo Paco y su tigresa, una estupenda moto que junto con Minerva nos harían las delicias de una gran ruta. Tiger 800 y Transalp 700 en amigable ruta aventurera. Paco y yo, con la Tigresa y la Transalpina.

    Y así empieza la

RUTA COMPARTIDA: ENTRE ERMITAS PALEOCRISTIANAS Y PUERTOS QUE TOCAN EL CIELO.

              Paco es un viejo amigo que conocí en ese mundillo de las motos, donde de vez en cuando un puñado de moteros locos nos reunimos para compartir rutas y amistad. Es del bonito pueblo de Beas de Segura, junto al precioso Parque Natural de Segura, Cazorla y la Villas. Tiene un gracioso deje jienense al hablar, que le hace familiar y cercano. Hacía tiempo que hablábamos algo sobre hacer alguna buena ruta juntos. Así, que con el recuerdo vivo de mis anteriores andanzas moteras, le propuse la ruta de los puertos cántabros con alguna parada entre medias del camino.

       Son las ocho de la tarde del viernes cuando llega Paco a casa. Le recibimos Santi y yo, guardamos la moto en la cochera junto a la mía y nos vamos entre risas y bromas, a cenar un piscolabis y unas cervezas. Al día siguiente hay que madrugar...

                                          


   Cuando amanece ya hemos recorrido casi cien kilómetros. Vamos a desayunar en Medinaceli, donde paramos a ver el pueblo antiguo que Paco no conoce. Y es normal, porque al tener que subir para verlo, a muchos viajeros les pasa desapercibido.

     Medinaceli, la antigua Occilis romana, fue un punto estratégico muy importante camino de Cesaraugusta, la antigua Zaragoza.
   Casi llegando, en plena subida, hay una fuente de la época del arco romano que vamos a ver en seguida. Del siglo II, sigue dando un agua muy fina, altamente diurética. Cuando paras junto a ella, el sonido del agua en el silencio del lugar, te da una refrescante sensación de placidez, mientras contemplas el extenso valle de Arbujuelo. 

                                            

       Medinaceli es un pueblo con mucho encanto. Cuando yo lo conocí en los años ochenta, tenía muchas casas señoriales en semi ruina, pero con los años se han ido adquiriendo y reformando la gran mayoría, respetando el estilo de casas medievales de piedra. Y hoy día, gracias a una buena oferta hostelera, cultural y gastronómica, es un centro de visitantes los fines de semana.

    Su arco romano del siglo II mira al mismo tiempo al cielo y al valle de Arbujuelo (Arbuxuelo, lugar nombrado por el anónimo autor del Cantar de Mío Cid, en el mismo poema, como su cuna de nacimiento). Y tiene la particularidad de tener tres arcos, uno para carros y caballerías y dos para peatones, lo que lo hace especial. Para atravesar esos arcos se cobraba un dinero que se conocía con el nombre de portazgo.

                                                
   
PACO VIGILANDO QUE NO PASE NADIE EL ARCO SIN PAGAR PORTAZGO.

     Además de unas calles en piedra , saturadas de casas señoriales y de otras más humildes, con bonitos jardines y rosales, en Medinaceli vas a ver un castillo, musulmán, una muralla romana y otra árabe, un arco musulmán de salida de la ciudad, unos mosaicos romanos y, una impresionante plaza con soportales, donde se ubica el palacio de los duques de Medinaceli, que ha sido restaurado como centro cultural para visitas, exposiciones y conciertos.

                                   


Marián nos atiende amable a la entrada del palacio. Tiene un aire de niña bien, pero de mi edad, sin llegar a ser pija. Hablamos un poco de todo, de la restauración del palacio, de las actividades culturales, le pregunto por el órgano de la iglesia, sí, a veces dan conciertos. Nos habla de las tradiciones, de lo bonito que es mantenerlas....bueno, no todas. Eso de los toros...Aquí sale al ruedo mi amigo Paco, que es taurino a ultranza, aún así la cosa acaba con unas risas.
Después de una grata charla con Marián, gran aficionada a la Naturaleza y a los petirrojos, nos acordamos de que tendremos que volar si no queremos perdernos las cosas que queremos visitar y me temo que se nos va a hacer de noche por el camino, por unos campos llenos de corzos y venados que en cualquier momento saltan a la carretera y nos pueden fastidiar el viaje.

   
                                 NO PODEMOS IRNOS SIN SALUDAR A  MI
                                       VIEJO AMIGO.



Dejamos atrás Medinaceli, la ciudad que, según las palabras de don Ramón Menéndez Pidal, parece tocar el cielo y enfilamos hacia el famoso castillo musulmán de Gormaz. Para ello pasamos por la preciosa villa de Berlanga de Duero, que tiene un bonito castillo señorial y también un enorme palacio medieval.
     
    CASTILLO AMURALLADO DE BERLANGA DE DUERO, SIGLOS XV y XVI.

     El castillo fue construido en el siglo XV como fortaleza señorial y posteriormente como centro de operaciones militares.

                                            
   
PALACIO RESIDENCIAL DE LOS MARQUESES DE BERLANGA. S XVI.


       Pero el tiempo apremia y tras parar a ver la panorámica, seguimos rumbo a Gormaz. Para ello, atravesamos pintorescas carreteras dibujadas en el ondulante paisaje castellano, que huele a Edad   Media. Pasamos por el pueblo con el sugestivo nombre de Recuerda. Y pronto ya, estamos subiendo el cerro que lleva al castillo de Gormaz.


   
SUBIDA AL CASTILLO DE GORMAZ.

                                                                          
     PERSPECTIVA DEL CASTILLO DESDE LA CARRETERA.


                                                                               
    VISTA DEL CASTILLO DE GORMAZ DESDE EL RÍO DUERO.


     Describir el castillo de Gormaz con palabras e imágenes es tarea incompleta. Tienes que visitarlo, notar la brisa fresca que corre por el patio de armas en tu cara, notar en primera persona la profundidad de su enorme patio de armas rodeado de murallas y torres vigía. Pasearlo, pasar junto a la torre del homenaje al recinto residencial donde permaneció largas temporadas el temible caudillo Almanzor, te transporta a otro mundo, del que sólo consigues salir cuando abandonas el castillo bajando la cuesta que conduce al pequeño pueblo de Gormaz. 

                                                        
   
VISTA PARCIAL DEL PATIO DE ARMAS CON LA TORRE DEL HOMENAJE AL FONDO.


                                                                               
                                      ARCO CALIFAL EN LA MURALLA. SE SUPONE 
                                       QUE ERA LA ENTRADA PRINCIPAL.

                                                                           
    LIENZO DE LA MURALLA EXTERIOR DEL CASTILLO CON SUS TORRES ADOSADAS.

  Después de empaparnos del ambiente castrense medieval del castillo, bajamos hacia el pueblo de Gormaz. Se va haciendo tarde para comer, teniendo en cuenta que por estos lares la gente suele almorzar temprano. Nos dirigimos hacia el Burgo de Osma, con la intención de comer en un buen mesón que conozco....

    ....Peeroo el famoso mesón está cerrado. Y los cuatro restaurantes de la plaza están abarrotados. Así que, sin otra opción sólo nos queda tomar algún pincho o ración en una barra en la que apenas hay sitio y los camareros no dan a basto atendiendo. Esta comida nos dará de qué hablar más adelante. 
      
                                        
                     
DOS LOBOS HAMBRIENTOS EN EL BURGO DE OSMA.
     
    El Burgo de Osma y la cercana Osma fueron dos importantes centros religiosos a finales de la Edad Media, así que no es de extrañar que El Burgo de Osma tenga una catedral, sí, una catedral en una pequeña población. Es una preciosa catedral entre gótica y barroca, que si la visitas al atardecer, iluminada es una preciosidad. Pero como íbamos de camino hacia lejanas tierras y el tiempo no para, después de llenarnos el estómago, que no otra cosa fue aquello, salimos de allí 


                                                                 
                                      APARCAMOS LAS MOTOS EN LA ENTRADA  
                                       DEL TÚNEL EN EL DESFILADERO DE LA YECLA.


        Próxima y lejana parada: El Desfiladero de La Yecla, entre tierras burgalesas de Santo Domingo de Silos y Covarrubias. Santo Domingo merece una visita más calmada.

                                       EN EL DESFILADERO.


 Llegamos a media tarde ya al Desfiladero de la Yecla, un curioso estrecho sobre el río, con los buitres sobre los peñascos que vigilan desde arriba nuestras cabezas.

- ¡ Qué feo eres, tío!

Eso me suelta Paco nada más bajar de la moto y quitarme el casco. 




¡Tener amigos para esto!

Y es que al llevar el casco tanto tiempo en la cabeza, el pelo se me aplasta dándome una imagen, digamos, poco atractiva.

El paso de la Yecla es impresionante siempre.


     La tarde va cayendo, así que una vez pasado el estrecho, regresamos por el túnel hacia las motos y tiramos dirección  Covarrubias.      
   Al llegar, paramos en el bar que hay junto al aparcamiento, a tomar un café, mientras Paco se echa un cigarro. Aunque fuma poco, a veces le apetece alguno. Aprovecho a preguntar  por Nicolás el organista, viejo amigo de quien guardo grato recuerdo. La mujer del bar, amablemente llama al Chumi, uno de los otros bares del pueblo donde Nicolás suele tomar café.

    -Le vas a dar una sorpresa, verás.-Dijo ilusionada.

                                  
 
     Pero no hubo suerte. Te buscamos por todo el pueblo, maestro, amigo. Hasta a tu casa fuimos y  preguntamos a tu mujer, que emocionada nos dio explicaciones, pero no tuvimos la dicha de encontrarte. Paco insistía en seguir buscándote, pero la tarde iba avanzando y aún teníamos mucho camino por recorrer. Espero que haya otra ocasión con mayor suerte, Nico.
  
   Covarrubias es un auténtico pueblo medieval del norte, construido con forjados sujetos por vigas de madera. En su colegiata, aparte de un magnífico museo de arte sacro, un órgano ibérico del siglo XVI y las tumbas de Fernán González, primer conde de Castilla y su familia, hay un maravilloso claustro gótico, en uno de cuyos pasillos está el féretro de la princesa Kristina de Noruega, una princesa que fue casada por poderes con un noble del terruño y que dicen que murió de pena al verse en Castilla, separada de su tierra y de su familia.

                                          

    Fuera de la colegiata hay una plaza con un rollo gótico que se utilizaba para colgar a los condenados blasfemos, ladrones o gente de mal vivir, como ejemplo para las buenas gentes y escarmiento del reo. Y casi en frente a este, se encuentra la Torre de doña Urraca, lugar donde fue encerrada esta noble castellana.

                                       
   
ROLLO GÓTICO Y TORRE DE DOÑA URRACA.

      Entre unas y otras, las horas van pasando, seguimos y seguimos, bordeamos Burgos y milagrosamente llegamos con los últimos rayos de sol a nuestro destino: el hostal que nos va a servir como campamento para las rutas de los siguientes días. Ha sido una jornada larga y llena de experiencias. Dejamos descansar las motos, cogemos nuestras respectivas habitaciones y nos adecentamos para bajar a cenar. Ahora ya no vamos vestidos de motoristas. Toca relajarse y descansar.

                         
     JORNADA SEGUNDA

    Ya son las seis de la mañana. He visto pasar las horas, entre náuseas y un dolor de cabeza creciente. ¡¡Buff!, no me encuentro con energía, no sé como reponerme. La noche ha sido terrible, he estado más en el baño que en la cama. Pero tengo que reponerme, He venido a hacer ésta gran ruta que teníamos planeada Paco y yo y he de coger fuerzas como sea.

    Haciendo un descomunal esfuerzo me levanto y me ducho. Bajo las escaleras y salgo a preparar a Minerva con todo lo necesario. Sin saber cómo, consigo engrasarle la cadena. En esto sale Paco y vamos a desayunar.
     -¡Algo me sentó mal ayer, creo que fueron las patatas con ali oli que tomamos en el Burgo de Osma.-me aclara.
     Entonces comprendo que mi malestar también tiene explicación.
  Pero es desayunar y coger las motos y vamos mejorando.

     Pero cuando de verdad me sentí fetén fue cuando de camino paramos a ver a unos amigos que regentan un bonito hotel cercano. Nada más ver a Rafael, me abraza sorprendido y cariñoso.
 
        -¡Os quedáis a desayunar!

        -¡Pero si ya lo hemos hecho, Rafa!

       Oídos sordos, tuvimos que quedarnos. Otro café y unas cuantas porciones de fruta terminaron de reponernos. Y la grata charla con estos dos amigos. 

          Santa María de Valverde está en una sinuosa carretera junto al río Ebro. Es el centro de interpretación del prerrománico en la comarca de Valderredible. Tiene una preciosa iglesia excavada en la roca, llamada popularmente la catedral y una necrópolis con tumbas de todos los tamaños, horadadas en la piedra. Está recubierta de una moderna techumbre de madera que protege la roca de humedades y filtraciones. Y en su espalda hay un campanario exento de época posterior. El lugar es espectacular, con un paisaje mágico y una fuente primitiva rodeada de árboles. Es una estupenda visita obligada si quieres entender bien las ermitas rupestres que vas a visitar.

                                             
   
FACHADA PROTEGIDA DE SANTA MARÍA DE VALVERDE. SARCÓFAGOS       
    ENCONTRADOS EN LAS INMEDIACIONES.


                                                                            
    CAMPANARIO EXENTO A LA ESPALDA.



                                                                         


INTERIOR DE STA. MARÍA DE VALVERDE.


                                       ARCO TRIUNFAL ORIGINAL, EN STA. MARÍA DE 
VALVERDE. ESTILO VISIGODO DE 
HERRADURA ABIERTA.
 
                                       CRUZ VISIGODA TALLADA DE FORMA SIMILAR
                                        A LA CRUZ VISIGODA DE COVADONGA.


                                                                 
                                       VIRGEN DE LA LECHE. DE ESTILO GÓTICO.
                                        ÉSTE TIPO DE VÍRGENES AMAMANTANDO
                                        FUERON PROHIBIDAS A PARTIR DEL CONCILIO DE TRENTO
                                         EN EL SIGLO XVI. PERO ÉSTA SE LES ESCAPÓ.

                                                          
           Hemos visto el lugar y la ermita y hemos hablado con Antonio,  el viejo conocido que lo guarda y siempre me recibe con gran amabilidad.  Bea no está, es una pena porque además de ser encantadora, siempre da todo tipo de explicaciones, tiene un gran conocimiento del tema.
  De vuelta a las motos, seguimos ruta. Quiero enseñarle a mi amigo Paco un par de centros medievales de peregrinación, pero no quiero cansarle, porque después nos acercaremos a la montaña cántabra para recorrer sus tres puertos principales que todo motero y no motero tiene que ver antes de morirse: el de la Sía, el de Estacas de Trueba y el de Lunada con su espléndido mirador de Covalruyo. Dejaremos el puerto del Caracol para otra ocasión. De momento vamos a ver la ermita rupestre de Arroyuelos, de finales del siglo IX.


                                                         

     ATRAVESANDO BONITOS PAISAJES VAMOS AVANZANDO...

             La iglesia rupestre de San Acisclo y Santa Victoria en Arroyuelos, que hace honor a estos santos mártires, está enclavada en una oquedad excavada ex profeso. Tiene en su interior un arco triunfal para acceder al diminuto presbiterio. En el lateral oriental hay un pequeño ventano por el que en determinadas fechas entra un rayo de sol con un haz de luz que señala el medio día cuando el haz se dirige al centro del arco en el suelo. Nosotros tuvimos ocasión de verlo.

                                               
       
                            ARCO TRIUNFAL DE HERRADURA EN ARROYUELOS
                            CON HAZ DE LUZ. ERAN LA DOCE Y CUARTO YA.

                                                                      
    VISTA EXTERIOR DE LA ERMITA EN ARROYUELOS.


              En todas estas ermitas vas a encontrar tumbas excavadas en la roca. Ésta se tapaban con losas que se han ido expoliando durante siglos para realizar otras construcciones. Una pena.

                                          
 
                                     ARCO TRIUNFAL VISIGODO Y PILAR CENTRAL,
                                       TÍPICO EN MUCHAS DE ESTAS CONSTRUCCIONES
                                        COMO VIMOS EN SAN MIGUEL DE PRESILLAS.

      Pensaba que igual se aburriría Paco con tanta ermita medieval, pero ¡Qué va! El tío se ha pingado en la tribuna de la ermita, ahí arriba, subiendo por unos rústicos escalones desgastados en la caliza.
¡Ay Paco, como te caigas y te rompas algo, nos quedamos sin ruta!
 Paco se ríe, pero bajar, baja con mucho esmero y precaución. Igual creía que se iba a santificar por estar ahí en lo alto.

       Haciendo cálculos vamos justos de tiempo, porque además de visitar la última, esta vez una iglesia románica muy interesante, tenemos que subir hacia Espinosa de los Monteros para desde allí recorrer los tres puertos cántabros. Y lo peor, no es el tiempo del reloj, que pasa sin sentido, sino el tiempo que habrá allí arriba en los puertos, donde el paso de las nubes convierte en un plis plas en niebla invisible todo el panorama digno de ver.

       Vamos a San Martín de Elines, un modelo perfecto y precioso de iglesia románica que no puedes perderte cuando pases por aquí.

                                                    
      CRUZAMOS EL EBRO POR EL PEQUEÑO PUENTE HACIA SAN MARTÍN DE ELINES.

    
             
   San Martín de Elines es una joya del arte románico puro en Cantabria. Nos recibe Luna, una niña muy mona de ojos verdes que hace de guía. La llegada a la colegiata es cuanto menos, impactante. Un elegante edificio que se asoma a la vista desde el precioso ábside recortado sobre el cielo y una magnífica torre, espigada como cuello de cisne.

                                                         
                                       PACO EN LA COLEGIATA DE ELINES.


         Hoy Luna no está tan explicativa como guía. Según me dice es su último día y está un poco triste. Tiene el corazón partido entre éste,  su pueblo y los Estados Unidos, donde viven sus padres. Allí se graduó en Psicología y curiosamente, como no podía ser de otra manera aquí en España no se lo convalidan ni reconocen. Ya sabemos cómo funciona nuestro país y su absurda burocracia. 
Paco, que tiene una hija que acaba de graduarse en lo mismo le da ánimos a la chiquilla. 

                                          
   
CLAUSTRO DE LA COLEGIATA DE SAN MARTÍN DE ELINES.

                                                                                                   La colegiata, de origen románico, tiene un claustro pequeño y acogedor, cuyo suelo fue rebajado al encontrarse multitud de enterramientos  en sus cuatro pasillos. En el centro del patio se encuentra rodeado de una roída rejilla de hierro la tumba del último prior que fue enterrado en el siglo XIX.

                                   
                   ENIGMÁTICO SARCÓFAGO RICAMENTE LABRADO.
                                                                         
    DETALLE LATERAL.



        SARCÓFAGO DE NOBLE CABALLERO, EXPOLIADO POR LAS TROPAS FRANCESAS       .      EN EL SIGLO XIX.
                                                          
                                       
                   
FRESCOS ROMÁNICOS EN LA COLEGIATA.

                                      

INTERIOR DE LA COLEGIATA CON EL ABAD PACO.


    NOBLE CABALLERO HACIENDO EL INDIO Y REGAÑADO POR LUNA: -¡VENGA, BAJA!

 
                                                                      Tras esta bonita visita, ponemos rumbo a los puertos cántabros. Espinosa de los Monteros es una bonita población medieval que merece ser visitada con tiempo. Tiene una hermosa torre asomándose al Mundo. Nosotros seguimos para subir al puerto de la Sía.

                                                    


        Por unas retorcidas carreteras que se van elevando sobre el valle de manera vertiginosa, llegamos arriba. Dejamos las motos y nos asomamos a sus dos vertientes. Las vistas son indescriptibles.

                                
                                  
   
VISTAS A LAS DOS VERTIENTES.

            No podemos dejar de maravillarnos ante la contemplación de este horizonte: Extensos valles, montañas con crestas de roca dolomítica y, al fondo, muy lejano, el mar Cantábrico. Todo en una intensa gama de tonalidades azuladas, grises y verdosas.

       Tenemos ganas de seguir por los puertos, pero son casi las tres de la tarde y no queremos ayunar, así que decidimos bajar a Espinosa, donde tras unas breves pesquisas preguntando al personal, comimos estupendamente, que falta nos hacía, un buen guiso caliente, buena carne de la zona y un rico rioja de la casa. ¿Una botella? ¿Para dos? 
-¡No es mucho!.
  Y a continuación vemos en las noticias que van a bajar el nivel de la tasa de alcoholemia  dos puntos y que con más de una cerveza ya podrá dar positivo al soplar.

     Tras un rato de charla con el café, decidimos seguir camino de los puertos. Éstos se cogen desde Estacas de Trueba y no son consecutivos, sino que subes uno y vuelves, coges el segundo y vuelves, e igual con el tercero. Ahora vamos a por el de Estacas de Trueba y el mirador de la Vega del Pas.

                                       
    




 
    Pero antes del desvío: ¡Allí estaban vestidos de verde y amarillo, inquebrantables, ellos! 

    No, claro que no me importa soplar para el control de alcoholemia. ¡Qué vas a hacer! Y me parece muy bien aunque no me apetezca en absoluto, después de la botella de rioja que nos hemos metido entre pecho y espalda con la comida.

   Tras unos segundos de incertidumbre, comprobando el aparatito medidor me dice el guardia entre amable y pícaro:

  - ¡Qué!, una cervecita antes de comer, ¿verdad?
 -Sí, una cervecita- le contesto con cara de bueno, sin saber qué decir.
 - Muy bien, pueden seguir.

   La verdad es que no suelo beber cuando cojo la moto, pero hoy nos apetecía aquél riojilla con esa fastuosa comida.

            Estamos subiendo ahora al puerto de la Lunada. Un nombre precioso para un maravilloso puerto. La carretera medio rota, llena de parches, invita a ir tranquilo. Y más allá del puerto, a unos quinientos metros, está la escalinata que conduce al mirador de Covalruyo. Ahí mismo, en la curva, aparcamos donde podemos las motos y subimos a disfrutar de la mejor escalera al cielo que puede visitar un mortal.
    SUBIDA AL MIRADOR DE COVALRUYO POR LA ESCALINATA AL CIELO.
                                                       
                                            

   
VISTAS DESDE ARRIBA.


                                                                                
    ABAJO EN LA CURVA NOS ESPERAN LAS MOTOS MIENTRAS TANTO.


                                                                                    
    NO PUEDO DISIMULAR LA EMOCIÓN DE ESTAR AQUÍ ARRIBA CON CANTABRIA
     A MIS PIES.


                                                                         
    BONITO RECUERDO DE DOS VIEJOS AMIGOS LOCOS MOTEROS.


                                                                        
    AHORA TOCA BAJAR.


      Me estoy acordando de que Santi, antes de salir de ruta me dijo:

     -¡No se te ocurra volver sin traer los sobaos de Etelvina!

    Peeeroo acabo de caer en la cuenta de que es Domingo y no sé si ésta tarde abrirá Etelvina en Vega del Pas. Le expongo mi preocupación a Paco, que acojonado de volver sin ellos se da la prisa que puede en montar y arrancar hacia Vega del Pas. Yo le sigo... es un decir, porque Paco ya se ha perdido por estas carreteras de la mano de Dios. Al darse cuenta debió de aflojar, porque al ratito consigo verlo muy a lo lejos, como un puntito dentro de un universo verde. Hemos tenido suerte de que no nos haya cogido la niebla en lo alto.

         Vega de Pas es un pueblecito agradable, pero lo que más agrada de él es que aquí se hacen unos sobaos pasiegos maravillosos, deliciosos a más no poder. Están hechos de mantequilla pura de vaca, huevos y leche, todo totalmente artesanal. Y ¡No engordan en absoluto! Eres tú si los tomas con ansia, quien lo notará después.

     Es ya más de media tarde cuando entramos en el pueblo. Paco va por un lado, yo por el otro, nos perdemos. Al final un chico que va en bici me pregunta que si busco a Paco el de Jaén. Me señala un bar. Había parado a fumar un poco y a tomarse un cortado mientras yo aparecía, porque el que se había perdido era yo. El muchacho le había contado a Paco que venía de hacer los tres puertos con la bici. ¡Madre mía! Nos quedamos alucinados.

Frente al bar está el despacho de venta y obrador de Etelvina y
¡¡¡Está abierto!!! 

                                                   
                          ¡
AL FÍN LOS ENCUENTRO!

            Ya con la merecida mercancía salimos sin demora del pueblo. Le había comentado a Paco que en Cervatos hay una colegiata, San Pedro de Cervatos, cuyos canecillos exteriores son una simpática colección de figuras eróticas en todo tipo de posiciones, así como demonios, hombres avaros cargados con toneles de vino y animales raros demoníacos. Si llegásemos antes de las ocho, saludaría a Antonia, que además de simpática y acogedora es una mujer culta que sabe explicar muy bien todo lo referente a ésta iglesia que por cierto, tiene un interior bellísimo. Pero estamos lejos y calculando, veo que no va a dar tiempo de que Antonia esté allí cuando lleguemos. A lo sumo podríamos llegar anocheciendo para ver las figurillas obscenas, pero ya casi sin luz. Así fué. A pesar de los esfuerzos "velocísticos" de Paco con su tigresa, corriendo el riesgo de que se atravesase algún corzo a esas horas, llegamos casi oscureciendo. Pero le pude mostrar algunas.

                                         
   
INTERIOR DE S. PEDRO DE CERVATOS. FOTO TOMADA EN UN VIAJE ANTERIOR.


                                                                        



    DETALLES DE CANECILLOS OBSCENOS EN CERVATOS. SI TIENES BUENA VISTA
    Y PICARDÍA, PODRÁS DISTINGUIR LAS FIGURILLAS Y SUS QUEHACERES.


      Y es que la representación de estas figuras grotescas parece ser que se utilizaba con fines didácticos, para catequizar al pueblo llano, que solía ser analfabeto, mostrándoles el pecado en los diversos canecillos, para que no cayesen en él.

     Ya de noche seguimos rumbo al hotel. Ha sido un día muy completo. Al llegar, cenamos un plato combinado en la cafetería y nos retiramos cada mochuelo a su olivo, a descansar. estamos muertos.

                                                
                         
NO TAN MUERTOS, PERO CASI. ÉSTA ES UNA
                                        REPRODUCCIÓN DE UNA TUMBA DE LAS 
                                       NECRÓPOLIS DE LAS IGLESIAS RUPESTRES
                                        QUE YA HEMOS VISITADO. BONITO, ¿EH?

JORNADA TERCERA:

                 He dormido como nunca. Y he soñado con paisajes, iglesias medievales y me ha despertado una cara horrible de mi sueño diciéndome: ¡Hola!

                                                     
                                     ¡HOLA!

          Hoy nos queda el viaje de vuelta. Después de recoger y desayunar, nos vamos a montar, pero, ¿Dónde he visto yo al tipo ese alto con gafas? Se parece al... Me acerco a su moto y sobre la matrícula pone: elgatho.com .En ese momento llegan él y su compañero, que también estaban recorriendo su ruta en moto y se habían alojado allí. -¡Eres el Gatho!- le digo sorprendido. Y me lo confirma. 
  -Te había conocido, pero dudaba, porque siempre dices en tu blog, que mides dos metros y eso no me cuadraba, aunque seas alto, pero dos metros.... Me alegro de verte en persona, chaval. (Un chaval de mi edad, o sea, un chaval). Se lo presenté a Paco. Estuvimos hablando un buen rato, como si nos conociéramos de toda la vida. Y después cada uno cogió su ruta, ellos hacia Riaño, nosotros hacia Aranda, para seguir por misteriosas carreteras comarcales que desde allí pasando por Ayllón, llegan a Atienza.

                                          
   
A LA SALIDA DEL HOSTAL CON EL GATHO.


       La carretera que sale de Aranda de Duero hacia Atienza es sinuosa, antigua, diferente.

                                             


            Para llegar a Atienza, el paisaje va cambiando. No es el verde norteño, estamos ya en Castilla. Pero hay pueblecitos con su río, con sus huertas, con sus casas de piedra. Hay colores pardos, luego montes ocres de caliza, también pinares, luego encinas, pero nunca es nada igual, no hay monotonía, no hay aburrimiento.

  La vista de Atienza desde la carretera es un espectáculo. Rodeando el cerro, se adosa el pueblo custodiado desde lo alto por la imponente torre del homenaje de su castillo fortaleza.
 Entre los siglos XI y XII fue objeto de disputa entre moros y cristianos, por su enorme valor estratégico al sur del Duero.

                                                


        Por estas tierras pasó El Cid, que según el Cantar, quedó impresionado por la fortaleza de su castillo. En aquéllos tiempos estaba rodeada de murallas, de las que aún se conservan varios lienzos. 

     Entramos en la villa y le digo a Paco que me siga, mientras enfilamos, un callejón que, tras pasar bajo el Arco de Arrebatacapas, sube casi en vertical hasta los alrededores del castillo. Entonces a Paco le entra la vena histórica y bajándose de su montura toma la espada, como si fuera el mismo Cid Campeador.

                                                
                         
LAS MUJERES DICEN QUE A VECES SOMOS
                                       COMO NIÑOS, PERO ¡Y LO BIEN QUE
                                        PASAMOS!


                                                                         Que Castilla debe mucho a Atienza, lo muestra la bonita leyenda de cómo fue salvaguardado Alfonso VIII, el de la victoria de Las Navas de Tolosa frente a los ejércitos musulmanes.

  Dice la leyenda que a la muerte de su padre, Sancho III, en 1158, el niño Alfonso hereda el reino castellano con el sobre nombre de Alonso VIII de Castilla. Sin embargo, tenía un rival, su tío Fernando II de León, quien tramaba apoderarse del niño para usurparle el poder real sobre Castilla. Con buenos entendimientos, y para evitar males mayores, se pactó con los tutores del niño que éste fuera entregado al de León en Soria, bajo muchas cláusulas a favor del niño Alfonso. Sin embargo, éste será sacado a escondidas de Soria y llevado a la villa de Atienza donde es ocultado. Pero el rey de León, enterado de la traición, cerca Atienza para recuperar al niño. Entonces unos arrieros disfrazaron al niño rey Alfonso para llevarlo a una fingida romería a la cercana ermita de la Virgen de la Estrella, desde donde sin levantar sospechas de que entre ellos viajaba el rey niño, lo trasladaron a Segovia y más tarde a Ávila, fortificación castellana impenetrable, salvando así el reinado de Castilla y a su rey futuro don Alfonso VIII.

   -¡Menuda historia! -me dice Paco- Si vengo por aquí, sólo veo unas ruinas y unos peñascos, pero ahora que tú me sales con esas, veo a Atienza con otros ojos. Y ¿Cómo se llama esta leyenda?
-La Caballada. Y además de una leyenda, es una romería que se celebra todos los años a caballo quien lo tiene, hasta la ermita. debe ser algo muy digno de ver.

                      En Atienza les echamos de comer a la tigresa y a la transalpina y nos vamos a buscar un sitio donde comer nosotros.

      Sigüenza es un destino y no un camino, eso quiere decir que no vamos a hablar de sus muchas maravillas, por no extendernos. Paco quería llevarme a un restaurante donde comió muy bien cuando pasó por aquí en otra ocasión. Pero estaba cerrado. Al final una amable chica nos recomendó "el Rosetón", donde a parte de comer bastante bien, conocimos a Enrique. Cuando llegamos Paco pidió dos cañas en la barra y allí estaba Enrique. Éste hombre casi octogenario, de buena planta, delgado, con barba larga y pinta de artista resultó tener muchas vivencias en común conmigo, del Madrid de antes, de hace cuarenta años, de cuando Madrid era Madrid de verdad, con sus tascas de Antón Martín y del Rastro, cuando los fachas de Fuerza Nueva y los yonquis sidosos atemorizaban al personal cada grupo disperso por barrios distintos, cuando salías del Metro en la plaza de Lavapiés y te encontrabas con la churrería del barrio que llevaba una sencilla familia, donde iban a tomar el café en vaso las vecinas mayores del barrio en bata y pantuflas... Yo creo que Paco nos miraba extrañado, un poco de reojo. Y es que sí, no soy un niño, me acerco casi más a la época de Enrique que a la nueva. ¡Recuerdos!...

              De Atienza a La Mancha, perdidos en El Toboso y llego al lugar donde trabajo y me despido de Paco. Aunque le insisto, no quiere quedarse en casa, prefiere seguir hasta Beas y descansar en su casa. Y es que al final, como tu casa no hay nada.
    Han sido tres días de fábula, llenos de experiencias y kilómetros y el disfrute de la moto y de la compañía de dos viejos amigos locos que no temen a los casi ochocientos kilómetros diarios de aventuras en lo que dan de sí tres días seguidos.

                                              
                                                  CAMPO DE TRIGO EN CASTILLA.






 


 

                                                          
                                         


 

                            
       


6 comentarios:

  1. Sin palabras, un gran viaje en buena compañía, Ahh y los sobaos riquisimos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me alegra que te guste. Siempre es agradable recibir comentarios de quienes saben apreciar el trabajo que supone editar cada entrada. Y tu opinión es muy importante para mí. Gracias.

      Eliminar
  2. Mis mas grata enhorabuena a Antonio Zapata por este testimonial tan completo y narrado en primera persona , toda una aventura recóndita de los parajes desconocidos en ocasiones y de las joyas arquitectónicas que existen en nuestro valioso patrimonio. ¡¡Bravo!!

    ResponderEliminar
  3. Magnífico relato Antonio. Y mejor , si cabe , documentación gráfica. Mi más sentida enhorabuena

    ResponderEliminar